Imagina correr por las calles de Rota, en la provincia de Cádiz, con el espíritu de la Navidad en el aire. Esta XXI Carrera Popular de Navidad Villa de Rota se vive el 27 de diciembre de 2025. Sale del Centro de Alzheimer 'Manuela Forja'. Recorre avenidas, el casco histórico y el paseo marítimo de la Costilla. Rota, en Andalucía, brilla cerca de Cádiz y bases navales. Playas como la Costilla o El Rompidillo esperan después.
Premios a los tres primeros por categoría. Camiseta para los de 5 km. ¡Y galardones al mejor disfraz navideño! Recuerdo el año pasado, un grupo disfrazado de renos robó sonrisas y el premio.
Inscríbete online en GesconChip del 10 de octubre al 25 de diciembre. Plazas limitadas: 250 adultos, 50 menores. Precio: 10€ adultos + 1 kg comida no perecedera. Menores 3€ + alimento. Pitufos solo alimento.
Cronometraje con chip Thintag. Servicios: avituallamiento, asistencia sanitaria, seguros. Entrega dorsales desde 9:00 h. Salida adultos 10:30 h.
Organizan GesconChip, Asociación Alzheimer El Arenal y Delegación Deportes Rota. Solidaria para el centro.
La XXI Carrera Popular de Navidad “Villa de Rota” es una prueba rápida, muy urbana, de unos 5 km para adultos, con salida y meta en el Centro de Alzheimer “Manuela Forja” de Rota.
Se corre por avenidas principales, parte del casco histórico y el paseo marítimo de La Costilla, en un ambiente totalmente navideño.
Es una carrera de esas que se pasan volando. Entre disfraces, público animando y música, cuesta mirar el reloj. Muchos corredores no recuerdan su tiempo… pero sí a la señora mayor en la ventana aplaudiendo con un gorro de Papá Noel.
Muchos corredores cuentan que el “punto duro” no es el desnivel, sino el cambio de ritmo al pasar de la avenida más abierta a las calles algo más cerradas del centro. Las piernas van bien, pero la cabeza nota el cambio de sensaciones.
Ese contraste del asfalto frío de diciembre con el mar al lado deja recuerdos muy potentes. Más de uno ha contado que escuchaba más las pisadas del grupo que el propio resuello. Señal de que iban muy rápido…
La prueba se celebra en invierno costero atlántico, suave pero con truco. No hay datos oficiales en el reglamento, así que se debe tener en cuenta el clima medio de Rota en esas fechas.
Cada año se ve la misma escena: corredores tiritando en la zona de salida con el cortavientos puesto, jurando que no se lo van a quitar… y a los 2 km ya lo llevan atado a la cintura porque van “cocinados”.
La carrera figura como carrera corta, popular y urbana, con servicio de avituallamiento y otros servicios básicos para el corredor.
Esto del avituallamiento en meta da lugar a escenas curiosas: corredores que llegan disfrazados de reno, se paran, y lo primero que hacen no es mirar el crono… sino buscar el vaso de agua con las manos temblando de la mezcla de esfuerzo y frío.
Cada año aparece alguien que se toma el disfraz demasiado en serio. Un corredor vestido de árbol de Navidad con bolas y todo. Terminó el 5K. Las bolas, no todas.
En la información pública consultada no se menciona de forma específica la existencia de meneurs de ritmo (liebres) para esta edición.
Lo bonito de estas carreras es ver cómo un grupo de amigos se convierte en “liebre improvisada” para el compañero que quiere bajar por primera vez de 30 minutos. A veces el grito de “¡tira, que vas sobrado!” empuja más que cualquier entrenamiento.
Hay quien corre con cuernos de reno, gorro de Papá Noel y hasta barba postiza. Lo curioso es que muchos de esos “disfrazados” acaban adelantando a medio pelotón. Nunca subestimen a un Papá Noel en forma.
Pasa más de lo que parece: corredores muy fuertes se han quedado sin tiempo oficial por llevar el dorsal doblado o tapado. Duele más que un cambio de ritmo en el km 4.
Al final, esta carrera suele dejar dos tipos de historias: quienes recuerdan su nuevo récord personal… y quienes recuerdan que fue la primera vez que corrieron 5 km seguidos sin parar, rodeados de luces de Navidad y desconocidos animando como si se tratara de una maratón.

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